El contrato de cesión parcial de derechos firmado con API-Altamira en 1995 contempla el financiamiento, construcción y operación por 20 años (prorrogables por otro periodo igual) para dos posiciones de atraque, con una inversión total que supera los 40 millones de dólares.

La empresa que opera la terminal —Cooper/T.Smith de México, S.A. de C.V., con participación del 50% de GMD y 50% de Cooper/T.Smith Stevedoring Company— atiende las necesidades de importación y exportación de las industrias minera, química, acerera y cementera del país, y ofrece grandes ventajas para sus clientes por ser una terminal con recinto fiscalizado.

Con la construcción del segundo muelle, a finales de 2006, incrementó su capacidad de manejo a más de 6 millones de toneladas anuales.